Qué son y cómo afectan a la salud los pellets y otros microplásticos
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Los pellets que se acumulan en algunas de las principales costas del territorio español están en el punto de mira. En este momento, en las playas de Galicia, no siendo algo nuevo porque es un problema que se sufre desde hace años. Pero, más allá de lo que se pueda hacer sobre el tema, ¿qué son y cómo afectan a la salud los pellets y otros microplásticos?
Ésta es una de las primeras preguntas que deberíamos hacernos, porque cada vez es mayor la evidencia científica que intenta advertirnos sobre los riesgos de convivir con los microplásticos que se acumulan en los océanos y llegan a nuestras mesas.
¿Qué son los pellets y por qué preocupan?
Los pellets son un tipo más de microplásticos, uno de los más comunes y un plástico primario dentro de su clasificación interna. Desde hace años sabemos de su impacto negativo para los ambientes marítimos, pero ahora las investigaciones se han centrado específicamente en el peligro que suponen para la salud de los humanos al consumirlos cuando ingerimos pescado y marisco.
Más allá de incidentes aislados de extrema gravedad como los de esta semana, la presencia de pellets y microplásticos ha crecido constantemente a lo largo de las últimas décadas. Esto deja una contaminación masiva por material plástico muy difícil de retirar, según explican los especialistas en la materia. Y ellos mismos avisan sobre las terribles consecuencias que esto podría tener.
El caso es que las partículas plásticas que se vierten a los mares se van fragmentando por la propia acción de las sales marinas hasta volverse minúsculas, casi microscópicas. Al contrario de lo que se creería, esas piezas son aún peores porque se introducen más fácilmente en el estómago de los animales con los que nos alimentamos. Y si pescados y mariscos están contaminados, queda claro que esa contaminación entrará en nuestro propio si los incluimos en la dieta.
De hecho, un detalle no menor es que si vemos pellets en las playas podemos sacarlos sin que representen una amenaza. Realmente no nos hacen nada en su estado natural, y sólo pueden dañarnos si entran a nuestro organismo como partículas. Justamente por eso se avanza en la limpieza de pellets en Galicia y Asturias. Es la forma correcta de prevenir.
Pellets: ¿hay alguna diferencia entre los plásticos?
Más allá de que algunos podrían ser algo más perjudiciales que otros, todos los plásticos son perjudiciales para animales y humanos. Dentro de los primeros, es posible que les causen una muerte lenta y dolorosa al obstruir su aparato digestivo. En nosotros, pueden llevar a intoxicaciones severas. Y da igual si son plásticos clásicos o los que tienen compuestos más inertes, como el PET. Todos ellos acumulan otros elementos contaminantes que flotan en las aguas, con efectos nocivos para los seres vivos.
De todas maneras, hay que investigar más sobre ello, algo que están haciendo desde hace años expertos en el tema.
Aunque la contaminación cero en el pescado no existe desde hace más de un siglo, habrá que ver cuál es la magnitud de estos episodios para averiguar si los pescados y mariscos de las costas de Galicia y Asturias serán aptos para el consumo en humanos. Recordemos que hay niveles de contaminación «aceptables». Si se superan los registros, los animales son descartados en el sector.
Microplásticos y nanoplásticos
El pellet, o granza, es una clase de microplástico que constituye la materia prima con la que se fabrican diversos productos plásticos. Son polímeros que se funden para darle el formato que se busca, constituidos por bolitas de unos pocos milímetros de diámetro que poseen materiales como polietilentereftalato (PET), polipropileno (PP) y polietileno (PE). Todos ellos son perjudiciales para la salud.
Y si bien el microplástico primario, el que se produce tal cual y no se genera a partir de otro, es menos contaminante, eso no significa bajo ningún punto de vista que no puedan deteriorar nuestro sistema digestivo si abusamos del pescado y los mariscos en la dieta.
Ni siquiera el agua embotellada se salva
El término microplástico ha sido citado y casi nunca por buenas razones. El motivo es que, cuanto más se estudia la composición de los alimentos y las bebidas, más se observa la presencia de estas partículas. Sin ir más lejos, un informe hecho por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, detectó la presencia de nanoplásticos en el agua embotellada.
Estas conclusiones se suman a otras anteriores que informaban sobre entre 10 y 100 veces más plásticos que las estimaciones anteriores. Es decir, cada vez que compramos un agua embotellada y la bebemos confiados, en realidad están ingresando a nuestro metabolismo una gran cantidad de partículas que podrían derivar en alguna enfermedad.
Y como los seres humanos llevamos relativamente poco tiempo expuestos a los micro y nanoplásticos, es imposible descubrir aún qué pasará cuando las generaciones de jóvenes actuales lleven tres o cuatro décadas con estas partículas dentro de sus cuerpos.
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